viernes, 12 de febrero de 2016
90 Aniversario ¡bendición plena!
Hace 90 años Dios plantó en el firmamento un lucero, el
más bello, el más brillante, que con una mano planchando y la otra acunando a
un crío, ha iluminado sin descanso varios senderos. Un lucero que regaló su luz
generosamente en el mundo, dejando al mismo tiempo en este universo varias
estrellas más a su paso; ese lucero... es mi madre Doña Consuelo Sánchez viuda
de Mayorga. Las estrellas, nosotros sus hijos que cada uno tiene su brillo especial,
su… ¡qué sé yo, que yo que sé!
Dicen que la vida se nos da y la merecemos
dándola, ella dio vida a 17 hijos así
que... por merecimiento su vida sería
largamente bendecida por Dios Padre. Y
solo ella puede decir si la vivió plenamente, pero yo puedo declarar que fue
una guerrera que nunca bajo los brazos, ni por cansancio, ni por desánimo. Se
enfrentó a 17 partos, sin contar las etapas de embarazo, que para ella no deben
haber sido “coser y cantar” Pasaron los desvelos por enfermedades infantiles,
pasaron los temores de la etapa de crecimiento adolescente... sé de cierto...
pues soy mamá, que no pasarán jamás la preocupación, el coste a pagar por los
tropiezos, la oración por el bienestar, el apoyo, el amor… El amor que podemos sentir, esos hijos que
aún hoy permanecemos a su sombra, a la sombra del cobijo amoroso del ser que es
el eje central en la vida de cualquier ser humano ¡La madre!
Cuando he tratado de describir a mi madre,
o he tratado de describir mi sentir hacía ella... es muy frecuente meter
"la pata" hasta la cintura o
más allá por lo tanto solo quiero
agradecerle el existir, agradecer su
ejemplo, sus consejos, sus regaños, su presencia. Toda la instrucción de
templanza que sin grandes afanes ha
inculcado en cada uno de nosotros, pues por cosas, esas cosas de la vida que
nadie entiende... su vida no fue precisamente un lecho de rosas. Pues si alguna
vez (que no lo dudo) hubo rosas, las espinas fueron contundentes, 17 por principio; pero aceptó valerosamente
que en la vida las espinas también tienen rosas, y ha cumplido como los
grandes. Esos que se enfrentan a la batalla con la templanza de saber que el
deber ha de cumplirse y que el coste de la vida ¡ha de pagarse!
Hoy nos encontramos aquí, dando gracias a
Dios por la vida, por su vida y la nuestra que inevitablemente entrelazadas van
hasta más allá de la muerte, pues significamos su historia, su diario de vida,
su huella en el mundo, su hacer y su SER.
Hoy tres generaciones venimos a honrarla, gracias mamá , gracias abuelita,
gracias bisabuelita y gracias a ti Dios
mío por conservárnosla con salud y bienestar , bendice su paso día a día
y conserva pese a todo cambio y
tropiezo la unidad y el amor en nuestra familia; llevando a mi madre siempre
como brújula y guía .
Pido un fuerte aplauso para ella. ¡Gracias mamá!
Hermano, hermana. Que cada vez que tomes un
café, o que observes este tarro, a tu mente llegue la bondad de una oración o
el deseo claro de una bendición para tu familia. Y recuerdes este día, dónde dimos
gracias y disfrutamos los primeros 90 años de mamá
Enero 30 del 2016, 90 años después, ese
Lucero ¡brilla con más intensidad que nunca!
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